jueves, 20 de febrero de 2014

Cuánto

Yo había dejado
una ventana abierta.
Y por la doble rendija, se ve
se me escapó un fotón.
Con uno solo alcanzaba
para que tu culo inquieto
robando voces dijera
vi luz y entré.


Pero ¿cuánta luz había?
Si acá las bombillas revientan
con el vaho de amor viejo
y se llevan las ideas.
Pero vos (que sos más bicha)
me tapaste los ojos
y te hiciste antimateria
y la cama se aniquiló.


Me curvo sobre mí mismo
preso de gravedad soberbia
y a mi alrededor orbita
a metro y medio del piso
nada más que una sonrisa.
Me pregunto si en un antiuniverso
existe una antisonrisa
que me arrebate este cuerpo.


Un electrón me pregunta
cuándo te volviste tan etérea.
Cuándo te hiciste oscuridad,
cuándo agujero negro.
Que lo que te doy queda en vos.
Y emitís esa luz
que muy pocos pueden ver
pero a mí me electrifica.


Uno de estos días quiero
tumbarme sobre la hierba
y ver los brazos radiantes
en espiral de tus trenzas.
Y viajar entre tus bríos
a la velocidad de tu luz,
sólo para que se sepa
que Einstein no sabía nada.

Vos no sos relativa.