Este mar desuniforme
en el que flota mi mente
con sus voces y sus orbes
que se van contínuamente
Este sentir todo suave,
vaporoso, que me envuelve
como las alas de un ave
que despega y nunca vuelve
Esta cara taciturna
de una única conciencia
que en familiares abunda,
que novedades no alerta
Me lleva a muchos lugares,
pero ni a uno como el tuyo.
Mejor morir entre afanes
que luchar por los mendrugos.